miércoles, 11 de abril de 2007

La evolución de la televisión chilena está marcada por la frecuente participación del público


La televisión de hoy es muy diferente a como era en la década de los 80’. Los programas de esta época se caracterizan por su interactividad. Es común que el público elimine a los participantes de un reality, como Fama, o de un programa busca-talento. También es posible que den su opinión a través de una llamada o de un mail. Algo que ayuda a formar la estructura de los programas.
Hace 20 años atrás, la televisión se caracterizaba por su manera ser “correcta”. Eran clásicos los programas como Una Vez Más, donde el locutor de radio Raúl Mattas conversaba con sus invitados en un lenguaje docto.
Sin duda, el hito de esos años fue Sábado Gigante. Un programa de corte familiar que tenía concursos, invitados, sketches, entre otras secciones. El espacio fue un éxito, llegando a ser transmitido durante ocho horas seguidas. El conductor del programa, Don Francisco, se transformó en el ícono de la televisión chilena.
Antes de la era del people meter, lo que se buscaba en la televisión era, principalmente, la entretención. Esto sobre todo porque la televisión era protagonista. La participación del telespectador no se necesitaba. Los contenidos de los programas se basaban en sus invitados, los temas establecidos en pauta y nada más.
Los canales de hoy buscan tener rating. Por lo que es común que se ofrezcan desde dinero hasta MP3 como premios para que la gente participe en alguna votación. Además los contenidos no son los mismos. El llanto de alguna modelo, acusaciones de infidelidades o nuevas parejas es lo que se ve en todos los canales. No sólo los programas de farándula se basan en estos contenidos. Toda la programación de los canales los utilizan.
El director de televisión, Sergio Riesenberg, se refiere a cuál es el papel que cumple la televisión hoy. “Es una alternativa dentro de muchas posibilidades. La gente quiere entretención”, afirma el comunicador.
Sin duda, que la principal función de la televisión es entretener, y nunca ha cambiado. Sin embargo, con el tiempo el fin de los programas es ganarle al canal de la competencia en rating, apostando a la participación del público en los contenidos.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Comentario de la película Babel



Babel no es película contada en tiempo cronológico, como estamos acostumbrados a ver. Al contrario, son varias historias que se van desarrollando al mismo tiempo, por lo que necesitan de una participación totalmente activa por parte del público.
Es notable como cada relato se va entremezclando con los demás, de manera que poco a poco el espectador se va dando cuenta de que todas las situaciones, en mayor o menor medida, tienen que ver con las demás. Un ejemplo de esto es la historia protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett, un matrimonio que estaba de visita en Marruecos cuando la mujer fue alcanzada por un disparo, provocado por un niño del lugar que estaba probando un rifle, junto a su hermano; la que constituye otro relato.
Sin duda, para que el sentido de esta película se entienda, el público tiene que ir uniendo las situaciones de manera que logre armar una historia completa. Esta forma de narración se podría ver como interactiva, por el llamado a la acción que se le hace al espectador. Hay un propio proceso de información por parte de éste, que lo lleva a sacar sus propias conclusiones de las historias, pero siempre basándose en lo que el director, Alejandro González Iñárritu, quiere contar.
Además, las historias de Babel buscan representar lo que podría pasar en la vida cotidiana de las personas, por lo que, cabría la posibilidad de que, mucha gente que la vea se identificara con el contenido. Esto provocaría que se usara la película como un medio informativo-noticioso, al poder sacar experiencias de ella como para aplicarlas en sus vidas. Como en el caso de la adolescente japonesa que se sentía sola después de la muerte de su madre, a la que era muy unida, ya que su papá trabajaba mucho y no tenía tiempo para ella. Aquí se pueden ver las consecuencias que tienen la falta de apoyo a los jóvenes en momentos difíciles.
Todas las características que se pueden encontrar en Babel, requieren de una gran participación del público, ya que la forma en que están contadas las historias, que se entremezclan a medida que pasa la película, necesitan de la reflexión para que se entienda su relación. No son historias livianas, lo que hace más compleja la atención de la gente, pero tampoco se hace imposible entender lo que el director quiere mostrar. Sólo hay que tener claro que es una película interactiva que busca la participación de los espectadores.

miércoles, 21 de marzo de 2007

aprendiendo a crear un blog y mi perro



Esta es la primera vez que escribo en un blog. Nunca me había gustado la idea, pero ahora que hay que hacerlo... tampoco me gusta mucho. Pero voy a seguir provando...
Este no es mi perro, pero así era la Isadora cuando era pequeña.